CONCLUSION
A modo de conclusión, quisiéramos añadir, que desde el punto de vista docente es interesante y conveniente conocer todas y cada una de las teorías del aprendizaje, adoptando una postura ecléctica, que nos permita utilizar una u otra en función de las necesidades y del contexto educativo, sin limitarse a utilizar siempre la misma teoría, por muy buena que sea.Por un lado, el modo de aprendizaje basado en la repetición y en el estímulo-respuesta (teoría conductista) puede ser efectivo en enseñanzas de tipo mecánico o que requieran el perfeccionamiento y la velocidad de algunas habilidades del alumno, como es el caso de la mecanografía, de ciertas destrezas requeridas para ser un buen músico músico instrumenta lista, o incluso, para la danza o el baile.
Por otro lado, las investigaciones de la teoría cognitiva nos han aportado mucho acerca de lo que ocurre en la mente del niño y del adulto, de las etapas evolutivas por las que este pasa y de la importancia del contexto educativo para el aprendizaje, entre otros aspectos.Igualmente, la teoría construccionista se basa en la necesidad de la manipulación, la interacción y la experimentación como base de un aprendizaje significativo, basado en la construcción de nuevos conocimientos, en base a los conocimientos previos. En esta teoría el alumno pasa a ser el centro del aprendizaje, en contra de las anteriores teorías en que era el docente quien realizaba todo el trabajo de instrucción y transmisión de conocimientos. Ahora el docente se convierte en un mero facilitador del aprendizaje y en un constructor de contextos educativos estimulantes y favorecedores del aprendizaje.
Sin embargo, la teoría constructivista desprecia el poder de la observación y la contemplación para el aprendizaje, lo cual es defendido por su teoría opuesta, denominada empírica. Y es evidente que ambas tienen razón, ya que todos sabemos que hemos aprendido mucho gracias a la observación y la contemplación, siendo lo ideal, combinar la observación del ejemplo del maestro, con la propia manipulación y experimentación, para un aprendizaje más completo y efectivo.Por último, tenemos la teoría conectivista, que se basa en el hecho de que hoy en día, gracias a la web 2.0 y la web 3.0 estamos todos conectados y podemos trabajar y colaborar a miles de kilómetros de distancia, desde nuestros trabajos, escuelas o incluso, desde nuestras propias casas, portátiles, móviles o pda, a través de la multitud de recursos de comunicación, educativos y colaborativos de que disponemos en la red y que dan lugar a proyectos altamente estimulantes e interesantes, como por ejemplo, esta wiki que hemos creado un grupo de estudiantes y que estamos elaborando a distancia.
Pero no deseamos quedarnos con ninguna teoría, sino con todas ellas, para poder adaptarnos a una educación personalizada en función del tipo de aprendizaje de cada alumno y de sus circunstancias personales, y además, deseeamos ir un poco más allá, puesto que el futuro de la educación y del aprendizaje se basa en potenciar la autonomía y la creatividad del estudiante. En el mundo actual en el que vivimos, es fundamental potenciar las habilidades de cada uno y sobre todo la creatividad, desde la más tierna infancia, con el fin de potenciar ese genio creador que todos llevamos dentro y que se pierde si no deja de cultivarse desde la educación.
Por otro lado, las investigaciones de la teoría cognitiva nos han aportado mucho acerca de lo que ocurre en la mente del niño y del adulto, de las etapas evolutivas por las que este pasa y de la importancia del contexto educativo para el aprendizaje, entre otros aspectos.Igualmente, la teoría construccionista se basa en la necesidad de la manipulación, la interacción y la experimentación como base de un aprendizaje significativo, basado en la construcción de nuevos conocimientos, en base a los conocimientos previos. En esta teoría el alumno pasa a ser el centro del aprendizaje, en contra de las anteriores teorías en que era el docente quien realizaba todo el trabajo de instrucción y transmisión de conocimientos. Ahora el docente se convierte en un mero facilitador del aprendizaje y en un constructor de contextos educativos estimulantes y favorecedores del aprendizaje.
Sin embargo, la teoría constructivista desprecia el poder de la observación y la contemplación para el aprendizaje, lo cual es defendido por su teoría opuesta, denominada empírica. Y es evidente que ambas tienen razón, ya que todos sabemos que hemos aprendido mucho gracias a la observación y la contemplación, siendo lo ideal, combinar la observación del ejemplo del maestro, con la propia manipulación y experimentación, para un aprendizaje más completo y efectivo.Por último, tenemos la teoría conectivista, que se basa en el hecho de que hoy en día, gracias a la web 2.0 y la web 3.0 estamos todos conectados y podemos trabajar y colaborar a miles de kilómetros de distancia, desde nuestros trabajos, escuelas o incluso, desde nuestras propias casas, portátiles, móviles o pda, a través de la multitud de recursos de comunicación, educativos y colaborativos de que disponemos en la red y que dan lugar a proyectos altamente estimulantes e interesantes, como por ejemplo, esta wiki que hemos creado un grupo de estudiantes y que estamos elaborando a distancia.
Pero no deseamos quedarnos con ninguna teoría, sino con todas ellas, para poder adaptarnos a una educación personalizada en función del tipo de aprendizaje de cada alumno y de sus circunstancias personales, y además, deseeamos ir un poco más allá, puesto que el futuro de la educación y del aprendizaje se basa en potenciar la autonomía y la creatividad del estudiante. En el mundo actual en el que vivimos, es fundamental potenciar las habilidades de cada uno y sobre todo la creatividad, desde la más tierna infancia, con el fin de potenciar ese genio creador que todos llevamos dentro y que se pierde si no deja de cultivarse desde la educación.
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